La fila de la vereda para
ingresar a cualquier comercio de la ciudad es espaciada. Al llegar a la puerta
las manos son desinfectadas con una solución de alcohol y agua, el tapabocas no
se puede ni mover y en el interior el personal está también resguardado, en
algunos casos con máscaras, y a una distancia de 1,5 metros.
Asà es la nueva ânormalidadâ para los comercios de Bariloche que se adaptan a las exigencias en estos tiempos de pandemia con el objetivo de subsistir. Hace una semana que la mayorÃa volvió a abrir, pero las ventas siguen sin recuperarse.
Hoy, el 70% de los comercios de la ciudad está abierto, aunque con diversas modalidades. Los de productos esenciales tienen un horario de atención más amplio, con nueve horas, y el resto sólo cinco horas.
Otros rubros, como cafeterÃas, restaurantes, casas de comidas y rotiserÃas, solo trabajan mediante el sistema take away (retiro por ventanilla), y delivery. Mientras que otros rubros como gimnasios, peloteros, salones de fiestas, bares, discotecas, agencias de viajes, entre otros, permanecen sin actividad.
Los protocolos son similares para todos: alcohol en gel, solución de alcohol y agua (70/30), tapabocas, máscaras o guantes en algunos casos, planes de limpieza y desinfección, tratamiento de mercaderÃa. Los costos de estas medidas no superan los 15.000 pesos para un comercio minorista con dos empleados.
De ganancias ya ningún comerciante habla, todos tienen la premisa de mover la caja y generar ingresos para sostener sus estructuras. Este mes recibieron la ayuda del Gobierno nacional, que abonó el 50% de los salarios y los comercios que estuvieron cerrados aportaron el 25% de los haberes. El empleado debió resignar el 25% restante.
Si bien el panorama es complejo, tanto la Cámara de Comercio como la Asociación de Empleados de Comercio y el gremio que nuclea a los trabajadores, coinciden en que el despido de personal será el último recurso. âLa relación del comerciante con su empleado es muy directa, conoce su realidad, pero seguro intentará otras instancias previas para sostener los puestos de trabajo. Naturalmente, si el movimiento de personas se demora en normalizar, la infraestructura de la ciudad quedará sobredimensionada y muchos emprendimientos verán muy difÃcil continuar con todo su plantelâ, expresaron desde la Cámara de Comercio.
Según una encuesta que realizó la Cámara de Comercio a
mediados de abril con sus asociados, el 14% pensaba que no iba a poder reabrir
y el 50% de los comercios dijo que âno tenÃa reservas suficientes para abonar
los salarios de abril y los costos fijos de ese mesâ. Para la entidad âlos rubros
vinculados directa o indirectamente al turismo van a enfrentar un panorama muy
complejo en las próximas semanasâ.
Además, para los empresarios la ayuda del gobierno está entre âlas mayores urgenciasâ y piden que âlos mecanismos de asistencia y los beneficios lleguen a mayor cantidad de negociosâ. Explicaron que hay rubros que, aun estando exceptuados de la inactividad, tuvieron bajas significativas en la facturación y no reciben la ayuda.