El comercio minorista y la recta final del año del Covid-19
<p class="MsoNormal" align="justify">La recta final de 2020 es muy distinta a como se imaginaba en enero. Lo ideal es alcanzar el final del año con la mayor reducción de pérdidas posible y llegar a un panorama de cierta normalidad. Pero en la cual perdurarán tanto el distanciamiento social como el tapabocas, que ya es una costumbre cotidiana.</p> <p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp;</p> <p class="MsoNormal" align="justify">Un de las enseñanzas de esta pandemia es que para evolucionar hay que adaptarse. La rentabilidad es importante, claro, pero lo que mueve al comercio son las personas: sin clientes no hay negocio. Si bien enfrentarse a lo nuevo siempre da un poco de miedo, hoy no hay otra opción.</p> <p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp;</p> <p class="MsoNormal" align="justify">Los rebrotes y los retrocesos en las fases de flexibilización indican que vamos a convivir un tiempo con la pandemia, sus cambios de rumbo y su impacto sobre los negocios y las personas. Está cambiando nuestra forma de comprar a corto y medio plazo, al igual que las tendencias de consumo.</p> <p class="MsoNormal" align="justify"><span style="mso-spacerun:yes">&nbsp;</span></p> <p class="MsoNormal" align="justify">Los clientes son más digitales: antes pasábamos mucho tiempo con nuestro celular. Pero ahora hemos aprendido a hacer más cosas en internet. Comprar online o hacer un curso de capacitación online son algunas de las cosas que muchas personas hicieron por primera vez durante la cuarentena.</p> <p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp;</p> <p class="MsoNormal" align="justify">Miedo y desconfianza: temor al contagio y preocupación por la salud, pero también desconfianza ante la situación de incertidumbre económica.</p> <p class="MsoNormal" align="justify"><span style="mso-spacerun:yes">&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p class="MsoNormal" align="justify">Ahorrador: ante la incertidumbre valoraremos más el ahorro.</p> <p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp;</p> <p class="MsoNormal" align="justify">Crecimiento del ecommerce: tampoco es nada nuevo que las ventas en el canal online ya estaban creciendo. El aislamiento ha hecho que se acelere este crecimiento.</p> <p class="MsoNormal" align="justify"><span style="mso-spacerun:yes">&nbsp;&nbsp;&nbsp; </span></p> <p class="MsoNormal" align="justify">Apuesta por lo local: porque queremos proteger nuestra economía, la de nuestro barrio y ciudad. Y también porque confiamos más en lo que tenemos cerca.</p> <p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp;</p> <p class="MsoNormal" align="justify"><u>Un paso más en la transformación digital</u></p> <p class="MsoNormal" align="justify">El escaso nivel de digitalización de muchos comerciantes les ha pasado factura durante el aislamiento. Afortunadamente, hoy ese tema se está abordando con determinación. Uno de los desafíos para ña recta final de 2020 será invertir en transformación digital y consolidarla.</p> <p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp;</p> <p class="MsoNormal" align="justify">¿Dónde empezar? Por el interior del negocio. Antes de lanzar acciones de marketing digital o en pantallas de LED para la vidriera, hay que pensar cómo ser más eficiente gracias a soluciones de tecnología y digitalización. <br></p><p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp; </p><p class="MsoNormal" align="justify">Por ejemplo: los códigos de barras y cómo facilitaron la identificación de cada producto y el control del stock. Una solución para ahorrar tiempo e incluso para proporcionar información más clara para el cliente. Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) prometen facilitar todas las tareas de inventario y ahorrar costos. </p> <div><br></div> <p class="MsoNormal" align="justify">Es mejor quedarse más con “transformación” y no tanto con “digital”. Hay que pensar en el equipo, el trabajo diario y en ese perfil del “nuevo cliente”. Sólo así podremos buscar soluciones (digitales o no), que nos permitan ser más eficientes y, a medio plazo, más rentables.<br></p><p class="MsoNormal" align="justify">&nbsp; </p><p class="MsoNormal" align="justify">Fuente: Retail Actual.</p> <style> <!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:1; mso-generic-font-family:roman; mso-font-format:other; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:0 0 0 0 0 0;} @font-face {font-family:Calibri; panose-1:2 15 5 2 2 2 4 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-536870145 1073786111 1 0 415 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Calibri",sans-serif; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; font-family:"Calibri",sans-serif; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;}size:595.0pt 842.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.WordSection1 {page:WordSection1;}</style>
19 | OCT | 2020

La recta final de 2020 es muy distinta a como se imaginaba en enero. Lo ideal es alcanzar el final del año con la mayor reducción de pérdidas posible y llegar a un panorama de cierta normalidad. Pero en la cual perdurarán tanto el distanciamiento social como el tapabocas, que ya es una costumbre cotidiana.

 

Un de las enseñanzas de esta pandemia es que para evolucionar hay que adaptarse. La rentabilidad es importante, claro, pero lo que mueve al comercio son las personas: sin clientes no hay negocio. Si bien enfrentarse a lo nuevo siempre da un poco de miedo, hoy no hay otra opción.

 

Los rebrotes y los retrocesos en las fases de flexibilización indican que vamos a convivir un tiempo con la pandemia, sus cambios de rumbo y su impacto sobre los negocios y las personas. Está cambiando nuestra forma de comprar a corto y medio plazo, al igual que las tendencias de consumo.

 

Los clientes son más digitales: antes pasábamos mucho tiempo con nuestro celular. Pero ahora hemos aprendido a hacer más cosas en internet. Comprar online o hacer un curso de capacitación online son algunas de las cosas que muchas personas hicieron por primera vez durante la cuarentena.

 

Miedo y desconfianza: temor al contagio y preocupación por la salud, pero también desconfianza ante la situación de incertidumbre económica.

   

Ahorrador: ante la incertidumbre valoraremos más el ahorro.

 

Crecimiento del ecommerce: tampoco es nada nuevo que las ventas en el canal online ya estaban creciendo. El aislamiento ha hecho que se acelere este crecimiento.

   

Apuesta por lo local: porque queremos proteger nuestra economía, la de nuestro barrio y ciudad. Y también porque confiamos más en lo que tenemos cerca.

 

Un paso más en la transformación digital

El escaso nivel de digitalización de muchos comerciantes les ha pasado factura durante el aislamiento. Afortunadamente, hoy ese tema se está abordando con determinación. Uno de los desafíos para ña recta final de 2020 será invertir en transformación digital y consolidarla.

 

¿Dónde empezar? Por el interior del negocio. Antes de lanzar acciones de marketing digital o en pantallas de LED para la vidriera, hay que pensar cómo ser más eficiente gracias a soluciones de tecnología y digitalización.

 

Por ejemplo: los códigos de barras y cómo facilitaron la identificación de cada producto y el control del stock. Una solución para ahorrar tiempo e incluso para proporcionar información más clara para el cliente. Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) prometen facilitar todas las tareas de inventario y ahorrar costos.


Es mejor quedarse más con “transformación” y no tanto con “digital”. Hay que pensar en el equipo, el trabajo diario y en ese perfil del “nuevo cliente”. Sólo así podremos buscar soluciones (digitales o no), que nos permitan ser más eficientes y, a medio plazo, más rentables.

 

Fuente: Retail Actual.