Para el comercio minorista, 2021 ha sido un año muy desafiante. Los cambios en el mercado y la flexibilidad en las restricciones impulsaron el desarrollo de nuevas experiencias y emociones vinculadas directamente a los procesos de compra y al consumidor final. En 2022, estos hábitos seguirán desarrollándose. A continuación, un análisis de los más importantes.
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Comercio unificado
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El proceso de pago y la experiencia de compra son esenciales. Y la omnicanalidad se ha puesto en valor como la estrategia más determinante. Sin embargo, es el comercio unificado (fÃsico y digital), el que favorecerá una gestión integrada para evitar el riesgo de brindar experiencias de compra no satisfactorias para las expectativas de los consumidores.
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Quienes en 2021 han comenzado su transformación hacia un comercio unificado, parten con ventaja para afrontar los desafÃos de 2022. Los procesos que facilitan la introducción de tecnologÃa o la apertura de nuevos canales brindan mayor flexibilidad frente a posibles cambios en el mercado.
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Consumidor más exigente y adaptado a la tecnologÃa
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En 2022 los consumidores se volverán más exigentes a la hora de comprar, tanto online como en tienda fÃsica, y otorgarán prioridad a las ventajas tecnológicas y a la comodidad del proceso.
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Los modelos de consumo aceleraron los procesos de digitalización en los dos últimos años. Por ello, los comercios se enfrentarán a un sistema hÃbrido en el cual el usuario deseará experimentar y extender su presencia digital a los entornos fÃsicos. De esta manera, se modificar la forma de entender las compras y las estrategias comerciales.
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En concreto, la tendencia de los consumidores indica que la población sustituirá el efectivo por la tarjeta. En su lugar confÃan en un dispositivo móvil o billeteras electrónicas. Por este motivo, es clave que un comercio ofrezca distintas opciones de medios de pago digitales.
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Ãtica y la responsabilidad, más allá del consumo
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Muchos consumidores afirman que la ética de un comercio es muy importante para ellos. Se fijan si los negocios cuentan con proveedores o cadenas de suministro que operan de manera ética. Valores como la responsabilidad y la diversidad se tomarán cada vez más en cuenta a la hora de elegir dónde comprar en 2022.
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