En los últimos años, el Black
Friday (originalmente celebrado en Estados Unidos el 23 de noviembre), se ha instalado
como una fecha especial en distintos Centros Comerciales Abiertos (CCA), y
paseos comerciales.
Por sus descuentos y ofertas, esta
modalidad cuenta con gran aceptación entre los consumidores y suele generar un
éxito de ventas. Atender esa demanda exige a los comercios participantes contar
con un stock que la pueda satisfacer. Por eso se debe planificar con mucho
cuidado la gestión de mercaderÃa existente y controlar el aprovisionamiento
desde una estrategia omnicanal.
La teorÃa parece sencilla, pero
las experiencias de campañas anteriores demuestran que la realidad de la
logÃstica es mucho más compleja. Servidores caÃdos, roturas de stock, entregas
retrasadas, colapso en la atención al cliente, o la frustración de empleados y
consumidores son algunas de las situaciones que se repiten en esa fecha.
Algunas claves para gestionar la campaña Black Friday
incluyen: controlar el nivel de stock; analizar la evolución de las ventas;
fijar los precios y las promociones; y realizar un seguimiento de los
consumidores de forma integrada en los distintos canales de venta. Para
implementarlas, el comercio necesita herramientas y sistemas de gestión que le
permitan prever la demanda de productos.
Un factor clave para la planificación
es conocer al cliente. Existe información indispensable para diseñar una
estrategia de aprovisionamiento adecuada con el fin de atender un fuerte pico
de demanda.
Se necesita saber cómo cambian los hábitos de consumo
durante el Black Friday o qué buscan los clientes en estas fechas en cuanto a
productos, experiencia de compra, servicios postventa, etc. Con esos datos es
posible realizar una previsión certera de la demanda.
Los consumidores digitales se
comunican a través de múltiples canales. Asà generan información que refleja su
comportamiento. Si contamos con una tienda online se pueden ver las consultas,
los productos marcados como favoritos o los más visitados, las últimas compras,
los artÃculos que se han quedado en el carrito, etc.
La analÃtica predictiva y el
aprendizaje automático permiten adelantarse a las preferencias de los clientes
y predecir sus consumos. De esta manera, podrán reducir la diferencia entre el
stock máximo y el stock mÃnimo.
Integrar los canales es otro
factor clave. La lógica de negocio debe estar centrada en disponer de único
punto de gestión, indispensable poder gestionar todas las existencias
directamente en la misma plataforma.
De esta manera se obtiene una visión completamente transparente del nivel de existencias real. Además, permite gestionar de una manera muy sencilla los productos y los precios.
Además, se logra administrar la parte logÃstica y comercial de manera omnicanal con lo que se obtiene una visión integrada del entorno digital y fÃsico. Esto se traduce en facilidades para realizar todo tipo de operaciones cruzadas entre canales, lo que optimiza los recursos y mejora la fidelidad del cliente.
Fuente: Prodware Blog.